La Desmotivación y El Liderazgo Negativo en el Entorno Laboral

Esposas de policia como analogía a la desmotivación laboral provocada por los líderes negativos

Cuanto mayor es el control, menor es la confianza; y sin confianza, no se puede lograr compromiso ni accountability en las personas.

Prisioneros Corporativos

En el mundo empresarial, la figura del líder desempeña un papel crucial en el desarrollo y el éxito de un equipo. Sin embargo, un líder debe saber equilibrar su presencia sin caer en el exceso de control.

Cuando un líder busca saberlo todo, verlo todo, preguntarlo todo y controlarlo todo, puede desencadenar mensajes equivocados y una cascada de emociones negativas entre los miembros del equipo.

Mensajes Equivocados y Emociones Negativas

  • La frustración se instala como emoción negativa cuando los trabajadores sienten que sus habilidades y experiencias no son valoradas, pues pareciese que el líder no confía en sus capacidades.
  • La molestia surge cuando cada decisión es cuestionada y supervisada de cerca, creando un ambiente laboral tenso y poco propicio para la creatividad, la autonomía, la asunción de riesgos, la expansión y conquista de nuevos territorios.

  • La desmotivación se instala cuando los miembros de los equipos se sienten limitados, sin espacio para asumir riesgos y crecer profesionalmente.

Un Líder sin Confianza en el Equipo

La importancia de que un líder sepa confiar en los equipos y en las decisiones que toman, se vuelve un factor determinante para el éxito de las organizaciones.

Un líder que no confía en su equipo está socavando el potencial colectivo y generando un ambiente en el que la zozobra y la insatisfacción proliferan.

En contraste, empoderar a los miembros del equipo, permitiéndoles tomar decisiones y asumir riesgos calculados, no solo fomenta un sentido de responsabilidad, sino que también impulsa la innovación y el crecimiento. Construye sólidamente los tan anhelados engagement y accountability.

Por eso asumir riesgos es una parte esencial del desarrollo y el progreso. Cuando un líder controlador impide la toma de riesgos, está limitando las oportunidades de aprendizaje y crecimiento tanto para él mismo como para su equipo. El miedo al error se apodera del entorno laboral, y la aversión al riesgo se convierte en la norma.

E irónicamente, es a través de la toma de riesgos y la superación de desafíos que se alcanzan los mayores logros y avances.

Equipo de trabajo desmotivado, preocupado y sin espíritu

Empoderamiento

Empoderar a los equipos es clave para liberar su potencial. Los líderes están llamados a actuar como facilitadores, proporcionando el espacio necesario para que su gente asuma responsabilidades y tomen decisiones informadas.

Este enfoque no solo mejora la moral y la motivación, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y compromiso con los objetivos organizacionales.

Es por eso que este es un respetuoso llamado a los líderes a confiar, y para ello es relevante vivir con sus equipos tres fases fundamentales:

  1. Enseñar
  2. Acompañar y luego
  3. Soltar

Estas son acciones cruciales en el proceso de liderazgo, en el desarrollo de equipos y en la obtención de grandes resultados.

Acciones en el Proceso de Liderazgo

  1. Enseñar: Enseñar implica compartir conocimientos y habilidades, brindando a los miembros del equipo las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas.
  2. Acompañar: Acompañar implica estar presente para guiar, apoyar y motivar, pero también dar espacio para que los empleados crezcan de manera independiente.
  3. Soltar: Soltar implica confiar en la capacidad del equipo para liderar y tomar decisiones sin intervenciones constantes.

Líderes que adoptan un enfoque controlador corren el riesgo de desmotivar a sus equipos, erosionar la confianza en sí mismos y desconectarlos de los objetivos de la empresa. La libertad y la confianza son los cimientos sobre los cuales florece el éxito. 

Al liberar el potencial de los equipos, los líderes no solo construyen una cultura de confianza, sino que también allanan el camino para el crecimiento, la madurez y el logro de objetivos colectivos.

Por ello, un liderazgo que enseña, acompaña y suelta es el catalizador para un equipo motivado, comprometido y exitoso.

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