El liderazgo empresarial debe ser mucho más consciente y empático. Conoce cuáles son los cuatro grandes restos para los líderes actuales.
En marzo 2022 se cumplieron dos años desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la emergencia sanitaria mundial. A partir de ese momento, los entornos empresariales cambiaron y los líderes han tenido que adaptarse en tiempo récord ante un nuevo contexto social, económico y legal para afrontar las nuevas motivaciones del talento humano.
Después de la pandemia, diversos líderes de empresas de consultoría y de áreas de Talento Humano hemos visto el llamado tan abierto y contundente que están haciendo las personas y equipos para que sus líderes conecten de forma más auténtica, clara y humana con sus equipos. Desde mi experiencia, aquellas organizaciones que han sabido construir un liderazgo sano, moderno, congruente, inspirador, humano y consciente, están generando una diferencia significativa en sus resultados y su performance.
El liderazgo humano e inspirador está teniendo un impacto expansivo en las organizaciones. Se ve en los equipos, se siente en la cultura, en los códigos de comportamiento, en el relacionamiento y en la “energía” del ambiente, porque está ligada a la satisfacción de las personas cuando sienten que entregan y reciben en la misma medida.
En estos años de cambios y nuevas formas para liderar, he identificado cuatro grandes desafíos para líderes actuales, que están determinando la construcción de un liderazgo más consciente y empático:
En estos años de cambios y nuevas formas para liderar, he identificado cuatro grandes desafíos para los líderes actuales, que están determinando la construcción de un liderazgo más consciente y empático:
1. Los lideres de hoy están llamados a conectar con sus equipos
En el liderazgo y la consolidación de equipos todo se basa en conectar, porque para poder liderar personas, ¡primero debemos entenderlas y establecer una relación de confianza con ellas!
Por eso, cuando en mis formaciones suelo enseñar que el líder que se toma el tiempo para entender a aquellos que tiene a su cargo, gana aliados, no personas a cargo. Entender a las personas con las que trabajamos es, por ejemplo, evidenciar que las personas ya no quieren “hacer dinero” a toda cosas, sino que valoran más que les ofrezcan un equilibrio entre sus resultados, sus relaciones y sus recursos.
En resumidas cuentas, lograr conexión y ganar la confianza de las personas radica en una sencilla pero retadora conducta: que “el audio” del líder vaya al mismo ritmo que “el video”, es decir, que exista una congruencia entre lo que dice y lo que hace.
2. La comunicación debe ser clara, abierta, permanente y contundente
Es clave comunicarse siempre con veracidad, en el momento oportuno y de la manera más amable, para luego conectar, integrar y equilibrar el propósito que tiene un dueño de empresa, una junta directiva, un CEO, un equipo de trabajo y una sociedad.
Desde el 2020 el mundo juega con otras reglas, con otras motivaciones y los lideres deben tener esto muy presente para acompañar equipos, comunicarse de manera acertada, hacerlos crecer y que aporten a las empresas para las que trabajan. Nada volvió a ser como antes, y menos los trabajadores que quieren encontrar con sus líderes un espacio de diálogo y camaradería permanente.
3. Capacidad de motivar, inspirar e involucrar a cada miembro del equipo
Lograr que cada miembro se conecte con el equipo y la organización, también exige del líder autenticidad y espontaneidad. Ser líder es mostrarse abiertamente humano, no es un rol, no es un cargo, no es una posición, es un matiz de una persona.
El buen liderazgo se permite ser un libro abierto, mostrarse vulnerable, autentico, humano, humilde. Esto abrirá el camino para motivar e inspirar.
4. Resignificar la gestión del tiempo
La fuerza laboral de hoy se siente cada vez menos atraída por un trabajo donde se mida la gestión por la cantidad de tiempo conectado, horas presentes y/o cantidad de reuniones atendidas. Ahora los talentos prefieren trabajar donde se entienda que la gestión del tiempo también es flexible. El líder debe aprender a estar cerca de la operación, pero siendo lo suficientemente inteligente para supervisar y hacer cumplir los objetivos, sin que las personas se sientan constantemente supervisadas.
Así, la Gestión del Tiempo también se relaciona con la confianza, con la buena comunicación y con la capacidad de motivar.
Un estudio de la Universidad de Stanford reveló que sólo en Estados Unidos, dos tercios del PIB generado en mayo del 2020, fue por personas trabajando desde sus hogares. En América Latina toma cada vez más fuerza la tendencia del trabajo remoto en armonía con la productividad.
Por eso trabajar en estos 4 aspectos se hace tan fundamental; porque aunque ya es una realidad que la emergencia sanitaria está llegando a su fin, las empresas y el trabajo dejarán de ser como los conocimos antes de 2020.
